"Piensa mal y acertarás". Esta máxima tan
extendida en nuestro país casi siempre va cargada de razón. Una forma de
valorar el alcance de esa idea es cuando analizando medidas normativas que se
toman en las instituciones políticas y vemos qué sector de la población va a
ser el más beneficiado con dichas medidas. Cuando con estas medidas los más
beneficiados son los menos, está más justificado que nunca el refrán con el que
se inicia este artículo. Cuando además te quieren vender la cosa apelando al
interés general y a una retahíla de beneficios que no están muy claros y que además
se fían a largo plazo. Entonces, si pensamos mal, seguro que acertamos. Si
concurre también que no es la primera vez que se ha querido hacer la cosa y
ahora te la traen en otro envoltorio es casi como la prueba del nueve. Es
verdad que esto no es una reflexión muy científica que digamos pero desde luego
sí que viene a demostrarse con bastante frecuencia mucho más de lo que nos gustaría.
Pues bien, desde mi punto de vista, esto es lo que ha
ocurrido con la modificación de las Normas Urbanísticas y la desvinculación de
los áticos sobre cubierta del piso inmediatamente inferior. Cuando esta norma
esté en vigor se va a aumentar automáticamente el número de viviendas, aunque
se mantenga la edificabilidad (número de superficie construida), por tanto los
propietarios de los solares que promuevan estos edificios van a obtener un
mayor beneficio (por eso todos ellos están de acuerdo y llevan tiempo
intentando su modificación), presuntamente va a activar la construcción y,
también presuntamente, el centro va a dejar de ser el espacio desangelado en
que lo convirtió, entre otras cosas, la salvaje especulación durante la época
de la burbuja. Simplemente, no me lo creo.
No es la primera vez que se modifican las Normas
Urbanísticas con la excusa de activar el centro urbano. Ya en el año 2010 se
eliminó la obligatoriedad de hacer una plaza de garaje por cada vivienda que
hasta entonces solo eximía a aquellos edificios de menos de 400 m2 y con
menos de 6 viviendas. La modificación consistió en cambiar la copulativa
"y" por las disyuntiva "o" y el resultado es que se pueden
hacer bloques en parcelas de menos de 400 m2 con hasta 26 viviendas sin ninguna
plaza de garaje, lo que, especialmente en el centro, venía a incrementar el
problema del aparcamiento de vehículos. Entonces,febrero de 2010, ya dije que a algún avispado se le ocurriría hacer esos
garajes subterráneos en espacios públicos. Me dijeron de todo. En marzo de 2011
se modificaron otros artículos de las normas urbanísticas para desvincular los
espacios públicos (plazas y parques) del subsuelo y del dominio público y
poderse vender para hacer garajes (no ceder por 75 años como se venía haciendo).
Al mismo tiempo se aprobó el uso de los sótanos
para la actividad comercial y a hacer trasteros en los bajos y sótanos
de los edificios que con esta modificación también quedaban desvinculados de
las viviendas (bajos y sótanos que quedaban libres tras no obligar a hacer
plazas de garaje). También escribí sobre ello. El principal argumento, la principal excusa de todo
esto fue que había que reactivar el centro, pero pasado el tiempo vemos como
esto no ha sido así, al menos por esas modificaciones y que los más
beneficiados son y serán quienes tengan pensado hacer edificios de viviendas,
esa minoría para la que se llevan a cabo estas modificaciones y que son los
propietarios de los solares que proliferan especialmente por todo el centro de
la ciudad.
Por tanto, pienso mal de la modificación de la norma de los
áticos. Con la misma, habrá más viviendas, lo que implicaría cambios en otros
parámetros del Plan General: más equipamientos, más espacios verdes, etc. Al no
producirse estos cambios, desajustará el Plan General y por eso, en caso de
tener que abordarlos, lo más lógico sería haberlo hecho como una revisión de todo
el Plan General y no como una modificación puntual. Es posible que se tenga la
intención de introducir mediante diversas modificaciones puntuales muchas de
las escandalosas medidas que se pretendieron llevar a cabo en el año 2014 y que
finalmente retiraron ante la oposición de casi todo el mundo. Con este método,
se pretende quela opinión pública, la ciudadanía, no tenga una visión de
conjunto del alcance real de los cambios.
Posiblemente lo que más plusvalía privada genera de la
actividad municipal es el urbanismo. La decisión de si una línea en un plano va
aquí, allá o acullá, la sustitución de una conjunción copulativa por una
disyuntiva o determinar si sobre un solar se van a poder hacer más o menos viviendas,
puede proporcionar pingües beneficios a los propietarios del suelo y/o a los
promotores, aunque la cosa se presente siempre como lo mejor para el interés
general. Mi opinión es que cuando se proponen estas cosas tal y como se ha
propuesto esta modificación y con los precedentes anteriores, habría que
contestar con un "verdes las han `segao´", un NO rotundo (no sirve
ningún paño caliente), además de por lo ya dicho, también por el principio de
precaución, pero esta no es más que la humilde opinión de un chico del Alamín,
sin formación urbanística, que suele pensar mal cuando ve estas cosas y quiénes
son sus principales beneficiarios. Pero estamos en lo de siempre y es aquí
donde "viene al pelo" aquel otro dicho tan popular que irónicamente
afirma: "doctores tiene la Iglesia", ¿verdad?
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